Estoy segura que te gustan las cervezas. No me cabe duda. Pero, ¿sabes diferenciar las cervezas? Las catas no solo son importantes en el vino, la cerveza también tiene su propia manera de saborearse y apreciar todos sus matices. Hoy os voy a enseñar cómo catar una cerveza.

Hoy os voy a introducir en el arte de catar cervezas, iremos paso a paso descubriendo juntos aspectos, aromas, como servir una buena cerveza, sabores, para que tus valoraciones sean de lo más profesionales y detalladas.
Tabla de contenidos
Empecemos:
Preparativos
- Los preparativos son importantes en una cata y hay que tener en cuenta factores como la temperatura de servicio y la copa donde vamos a servir la cerveza.
- Para apreciar todos los matices la temperatura ideal son unos pocos grados por debajo de la temperatura ambiente. Mi consejo es sacarla de la nevera, unos minutos antes, para apreciar todos sus aromas.
- La copa varía en función del grado de alcohol de la cerveza y del estilo. Os podéis dejar guiar por las copas recomendadas que os dejo en este enlace.
Sírvela bien
- El Perfect Serve es como se llama ahora al servicio. Y es que servir una cerveza no es una cuestión menor, al contrario, pues son muchos los factores que influyen en su resultado. Primero de todo, NUNCA servir una cerveza en Copa helada, ya se, ya se que ahora estáis pensando en el calor sofocante en verano y lo que más apetece es la cerveza bien fría en copa helada, pero no es recomendable si lo que quieres es descubrir todos los matices, y aprender a catar bien una cerveza.
- Tenemos la cerveza, tenemos la copa, ahora vamos a servirla como un profesional. Inclinamos la copa unos 45º y dejamos que la cerveza se deslice por la copa sin que la botella y la copa se toquen en ningún momento. Así como se va llenando la copa vamos volteando la copa despacio hasta tener la copa recta y terminamos de servir por el centro de la misma dando lugar a unos 2,5 cms de espuma.
Color de la cerveza
- Ahora toca analizar su apariencia. Para aprender a catar una cerveza nos fijaremos en el color o la transparencia, vamos a saber si cumple con los requisitos básicos para pertenecer a un estilo en concreto o, en cambio, si sus atributos no son los adecuados para una cerveza. La transparencia de una cerveza puede ir desde la total cristalinidad hasta una turbidez completa, podemos alzarla a la luz pero nunca la situaremos entre nosotros y el foco de luz. Hay estilos de cerveza que buscan la turbidez, como es el caso de las de trigo. La presencia de la levadura depende de la intención del maestro cervecero de que su sabor y aroma sean perfectamente perceptibles.
- Por otro lado nos fijaremos en el Color. La tonalidad de la cerveza es en lo primero que nos fijamos al catar una cerveza. El color simplemente depende del tipo de malta utilizada y su temperatura de secado, a más temperatura, más oscura será la malta. Así, las maltas denominadas base, la Pale Ale y la Pilsner, permitirán obtener una cerveza pálida, mientras que maltas como la Negra o la Chocolate originarán en una cerveza oscura y con sabor tostado, como una Stout o una Porter. Entre el color pálido más claro y el negro, existe una gran variedad de colores que puede adoptar una cerveza, como el dorado, el ámbar, el rojo o el marrón.
- Por último, contemplaremos a la gran aliada de la cerveza: la espuma o corona, que puede ser cremosa, espesa, ligera, compacta o densa. Valoraremos su cantidad, textura y persistencia, si permanece en el tiempo, o desaparece al poco tiempo.

¿A qué huele?
- Y ahora entra en escena la nariz, la iremos acercando poco a poco a la copa y con cada inhalación descubriremos nuestra cerveza. Al principio agitamos la cerveza manteniendo la copa a 10-15 cm de la nariz y realizaremos un par de aspiraciones cortas, luego aproximaremos el vaso a la nariz y repetiremos, lo que nos hará detectar los aromas más fugaces y pasajeros. Por último, para concentrar aromas, cubrimos el vaso con la mano mientras agitamos la cerveza, acercamos el vaso a la nariz y aspiramos nuevamente. Las notas de cata serán el mejor maestro para detectar los diferentes matices de la cerveza y recuerda que cuanto más sabes, mejor saben.
- Los aromas más relevantes que podremos detectar provienen de las maltas usadas y de los lúpulos. Otros aromas que podemos detectar se originan a partir del proceso de fermentación.
- La malta es el primer aroma que hay que detectar, al haber distintos tipos de malta, también encontraremos distintos tipos de aromas. Las maltas base nos permitirán detectar un suave dulzor, con reminiscencias a grano y a pan. Características frecuentes en cervezas como las Pilsner, las Munich Dunkel o las Cream Ale. En cambio, cuando se añaden maltas un poco más tostadas, podremos encontrar aromas a pasa, miel, caramelo o tofe, en cervezas como las American Amber Ale, las English Bitter o las Scottish Ale. Por último, el uso de maltas tostadas o torrefactas otorgará a la cerveza los aromas típicos de las Brown Ales, las Bock o incluso las Stouts y Porters, como el tostado, la nuez, la galleta, el chocolate o el café.
- Es el turno del lúpulo, sus niveles dependen de la cantidad usada, así como del momento de adicción de los conos a la cocción. Aun así, añadir conos de lúpulo en los pasos previos y posteriores al hervido también influirá en el aroma. Para catar bien una cerveza hay que tener la nariz enseñada, en general, podemos asociar distintos olores con el lúpulo como aromas herbales, florales, especiados, frutales, cítricos, u otros aromas terrosos, aromas a pino o a limón, por ejemplo.
Saboréala
- Llegó el gran momento, probar la cerveza, saborearla. Lo vamos a hacer despacio, sorbo a sorbo, dejando que la cerveza recorra nuestra lengua y paladeando lentamente durante unos segundos, sin tener ninguna prisa en tragar.
- Distinguiremos diferentes aspectos como el sabor de las notas dulces, amargas, la acidez o incluso notas saladas y en el grado de intensidad.
- Vamos a dejar reposar la cerveza en el fondo de la boca y al mismo tiempo que fluye por la garganta, respiraremos por la nariz con la boca cerrada para percibir sensaciones más complejas, potenciar aromas y detectar matices.
- Otro matiz que vamos a percibir en boca será la textura, nos dará información sobre el cuerpo, la cremosidad, la astringencia y la carbonatación de la cerveza.
Valoremos la cata
- Ahora es hora de valorar la cerveza. Tendremos en cuenta cada una de las fases por las que hemos pasado y las diferentes sensaciones percibidas. Es el momento de preguntarnos:
- ¿Qué tiene de peculiar?
- ¿Qué aromas he percibido?
- ¿Es equilibrada?
- ¿A qué estilo pertenece?
- Y en un campo más subjetivo podemos preguntarnos ¿Me ha gustado?
- Sobre todo es la fase de analizar el llamado ‘postgusto‘, o esas sensaciones que tras haber probado la cerveza harán valorar si ha sido más o menos balanceada, diferenciada, correcta de acuerdo al estilo y sin duda, placentera.
Ahora que ya sabes catar una cerveza, ¿con cual quieres empezar?